Cuando alguien descubre lo que desea en la vida el Universo entero conspira para que lo consiga.
Recordé en enseguida esta famosa frase de Paulo Coelho cuando conocí a Carlos Bernal Iglessias, su obra y su historia. Carlos es una de esas personas privilegiadas que tienen un gran talento, una gran pasión y la fuerza necesaria para aunar ambos elementos. Como resultado ha surgido su obra: inteligente, sutil, inesperada, sorprendente pero sobre todo...hermosa. Porque la naturaleza, el Universo, el Destino...tiene una forma muy característica de marcarnos nuestro camino...
Carlos, a los 21 años comenzaste a trabajar como conductor de Metro de Madrid pero tú tenías muy claro que querías dedicarte profesionalmente a tu gran vocación: la fotografía. Cada minuto libre y una gran parte de tu sueldo iban destinados a realizar tu sueño, ¿cómo recuerdas esos primeros años?
Primeramente aclarar que cuando entré en el Metro de Madrid, aunque era un apasionado de la fotografía, aún no tenía ni idea de a qué quería dedicarme profesionalmente, lo que sí tenía claro es que el trabajo en el Metro iba a ser sólo una etapa y no mi futuro. Una etapa que duró 17 años, y que me dejó muy buenos recuerdos de los amigos y compañeros que tuve allí.
En aquel período, poco a poco fui descubriendo las técnicas de laboratorio por mí mismo. Cuando mis padres se iban a dormir y aprovechando la oscuridad de la noche aprendí a revelar mis primeros carretes fotográficos y mis primeras hojas de contactos, utilizando la luz de la cocina y el reloj de pared como ampliadora improvisada, así que mi primer laboratorio fueron el baño y la cocina de casa, hasta que me independicé y pude tener un cuartito en mi propia casa como laboratorio.
Como medio expresivo siempre me gustó la fotografía artística y de hecho mis comienzos fueron con ella.
Mi primera y única exposición de aquella época fue con 23 años en el restaurante galería “il Caminetto”, en el barrio de Chueca con un éxito inesperado pues ni siquiera puse precio a las obras y hubo gente interesada en comprarme obras…
Un tiempo después me preguntaba insistentemente ¿realmente a qué me gustaría dedicarme profesionalmente?. Al poco tiempo hallé la respuesta.
Una conversación que escuché en una cafetería mientras desayunaba, me abrió los ojos. Por su aspecto parecían 2 directivos y uno le decía al otro: “si el trabajo es un castigo divino, entonces habría que trabajar en lo que más te divierta”.
Yo nunca me planteé ser fotógrafo, para mi la idea entonces era demasiado bonita para ser verdad, pero esa conversación caló muy hondo y decidí que ser fotógrafo… sería mi enfoque en la vida.
Milagrosamente, a la semana siguiente a través de una amiga, me ofrecieron un puesto como ayudante de plató en Day Light.
La vida recompensa a los que se atreven a luchar por lo que quieren, así que tras años de trabajo duro y preparación, entras a trabajar en Day Light de Madrid, ¿qué supone eso en tu carrera?
Aunque mi trabajo en Day Light no era remunerado, yo me sentía un privilegiado por poder aprender de los grandes fotógrafos del momento, nacionales e internacionales, que trabajaban para las revistas de moda mas prestigiosas y productoras de publicidad.
Me llamó la atención que el denominador común era una estricta y milimetrada perfección, en la toma de las imágenes y que los grandes fotógrafos tenían un estilo propio, pues sólo con ver una fotografía sabías quien era el autor. Algo que por otra parte chocaba con mi creatividad, a pesar de ese inconveniente, en ese momento decidí que quería llegar a ser un fotógrafo con estilo propio, aunque el camino por recorrer, suponía, que iba a ser largo y costoso.
Desde entonces has trabajado para agencias que gozan de gran prestigio en los medios como Life, Isasi o Vanity como fotógrafo de moda y actores. ¿Cómo ha sido trabajar en un mundo tan sofisticado y atractivo?
Gracias a la oportunidad de trabajar en Day Light conseguí que las agencias de actores y modelos me abrieran las puertas, como “free lance”, pudiendo en esta etapa formarme haciendo mis pinitos en moda, utilizando lo aprendido de aquellos grandes fotógrafos. En este trabajo, tenías que subsanar las dificultades del momento con creatividad e intuición. Fueron momentos de mucho trabajo y grandes satisfacciones. Había mucha competencia y errar significaba dejar de trabajar, por este motivo conseguir el nivel de exigencia me parecía un poco estresante.
Cualquiera que se haya puesto alguna vez tras una cámara sabe lo terriblemente difícil que es hacer un retrato. Los tuyos son excelentes, porque logras captar la “esencia” del modelo, algo complicadísimo. ¿Cómo lo consigues?
La experiencia de trabajar con actores me exigió que depurara mi capacidad de observación. Y sobre todo mirar a los ojos pues como bien dicen, los ojos son el espejo del alma. El Actor tiene que creer y vivir la emoción realmente, no vale otra técnica.
Para conseguir lograr la esencia, lo primero que intentaba era crear un ambiente de tranquilidad y entrar en una conexión modelo-fotógrafo. Por tanto lo primero era tener una charla hasta que sentía que estábamos relajados; como segundo paso, tenía que hacer que el modelo perdiese el miedo a la cámara y para ello simulaba que estaba disparando, aunque sin carrete. La sesión real comenzaba cuando sentía que empezaba a darme sus mejores poses. Y como apoyo utilizaba la música, que variaba según la emoción que quería alcanzar.
También te has encargado de campañas publicitarias de marcas con mucha presencia en los medios como Jazztel o Antolín de automóviles ( Mercedes Benz, Ford, Renault, Seat). ¿Cómo es el proceso creativo trabajando con ellos?
A la publicidad no llegué hasta años después, cuando ya había conseguido un estilo propio y tras un parón de unos años de estancamiento en que dejé la fotografía.
La retome porque sentí que con ella puedo expresar el cambio de consciencia que se está produciendo en mi interior.
En publicidad el nivel de exigencia es aún mayor porque se trabaja con tiempos muy cortos en los que hay que sacar el máximo de creatividad con muchísima presión. Pues hay mucho dinero e intereses en juego. Por ejemplo en la campaña de Antolín, estuvimos varios meses trabajando apenas sin dormir.
Pero destacaría sobre todo que el trabajo de un fotógrafo en publicidad, es totalmente diferente a otros, porque no es el dueño de sus fotos, tienes que hacer las fotos de otra persona, tu eres una pieza más de ese engranaje. Lo primero que tienes que hacer es entrar en la psicología del creativo para saber exactamente lo que te ha pedido y luego utilizar tu imaginación para conseguir, a veces de la nada, la imagen que se ajuste perfectamente a la que el creativo tiene en su cabeza.
La imagen idílica que yo tenía de la publicad se fue desvaneciendo… no era lo que yo buscaba.
Hace unos años, hacia 2006, decides retomar la fotografía artística. Es entonces cuando surge tu primera colección Tantra Azul. ¿Cómo surgió?
Tras la experiencias en publicidad, volví a hacerme la pregunta que me hice cuando escuché aquella conversación en la cafetería, hacia ya más de 15 años… y me di cuenta que no era eso lo que yo quería… ya no me divertía con mi trabajo. Recordé que lo que más me gustaba era hacer la fotografía que me atraía, que era la fotografía de arte, porque ahí no tienes ningún estrés, ninguna imposición, ni manipulación de la imagen , por eso ninguna de mis fotografías de arte las retoco porque es mi expresión… mi mundo y lo quiero mostrar tal y como sale de mi cámara fotográfica.
Quería pensar que estaba preparado para la fotografía de arte, ese gran reto que es la fotografía con mayúsculas, el grado sumo de la fotografía y había que abordarlo con mucho respeto.
Me enfoqué en ello y le pedí al Universo la creatividad suficiente para crear algo diferente …
Las casualidades y sincronicidades se empezaron a producir:
a los pocos días me regalaron un mechero linterna de led color azul…me hizo gracia …y se me ocurrió pintar con esa luz a mi amante.
Iluminando la cama, donde ella posaba , forrada con una tela de vestido de novia, con la luz de una vela rosa… que para mi simboliza el amor… abrí el obturador de mi hasselblad H1D …tenia 30 segundos para pintarla con la luz azul y ponía una música que para mi es muy especial… como un ritual artístico-espiritual, pintaba y danzaba mis brazos con la luz, coloreando alrededor de ella dejándome llevar por esa música en un estado de conciencia alterado y salió algo muy especial…supe que ese era el camino para mi gran colección… y así surgió TANTRA AZUL.
Lo que hice a partir de ese momento fue comprar más mecheros con leds de diferentes colores y no forzar nada, porque presentía que con mi solo enfoque irían apareciendo las personas …oportunidades , … las sincronicidades .
Y como así fue, acordaba a la misma hora de la noche con las siguientes 12 mujeres que posaron para la colección y repetía el ritual . Y así se fue formando …como un gran rompecabezas, las piezas que faltaban las puse yo con tres autoretratos.
Esta experiencia fue única pues la verdadera magia se iba produciendo siempre en los momentos mas inesperados y la obra tomo su propio camino y solo me mantuve alerta de las imágenes que surgían y que eran los retratos de los miedos y deseos que rondan el alma.
Para concluir la obra de las 50 fotografías las titulé como si fuesen ideogramas Kanji, expresando conceptos, con mucha intuición y cuidado… un pálpito me dijo que había algo más.
Me sorprendí cuando vislumbré que los títulos de las obras leídos como una gran oración y ordenadas de diferentes maneras como de un alfabeto singular se tratase…formaban diferentes cartas de amor.
A partir de Tantra Azul surgen otras colecciones que nos descubren una mirada totalmente original y fresca. Tu colección “5”, por ejemplo, en la que surgen números en un bosque de árboles cortados es sorprendente. ¿Cómo aparece la inspiración para realizar este tipo de series?
En aquella época había un concurso en PHOTOESPAÑA para fotógrafos noveles , y pedían como requisito hacer una serie de 15 fotografías.
Para buscar inspiración me di un paseo por la naturaleza del bosque de Valsaín, ...ya dentro del bosque me dejé llevar por el maravilloso entorno y de repente un cartel con un “5”, que ya sea de paso es , mi numero fetiche, me llamó poderosamente la atención y lo fotografié… seguí andando y me encontré unos arboles cortados , cuando me acerque y vi los anillos iluminados por la luz de la tarde me parecieron muy bellos y decidí hacer unas fotografías de los arboles mas admirables y reveladores .
Cuando llegué por la noche a mi estudio hice una clasificación de las imágenes mas lindas… me sorprendí porque coincidían con el numero que exigía el certamen , y sentí que también era un puzzle que tenia que descifrar y de una manera fluida floreció lo que simboliza un árbol con sus mensajes que me abrumó el corazón.
curiosamente la suma de los números que tienen los arboles suman 5 y 10 …o como yo quiero llamarlo 2 veces 5.
Esto me da que pensar en una inteligencia superior que esta en la naturaleza y en todo lo que nos rodea y que si ponemos cuidado en escucharla….nos habla.
Tus series Nora, Agua y Bosque reflejan un universo mágico y lleno de belleza, un universo que, como tú mismo nos dices “siempre había estado ahí y no habías visto hasta ahora…” ¿Qué ha pasado para que te hayas hecho consciente de ese maravilloso mundo y hayas decidido mostrárnoslo?
Una serie de acontecimientos personales me llevaron a recluirme en mi estudio durante más de un año; dejé la fotografía y no tenía ilusión por nada, no es que entrase en depresión, eso no, pero sí vivía en una apatía continuada día a día que me guiaba en automático. Durante este tiempo de soledad se produjo el milagro que me enseño a mirar hacia mi interior y así, supe, que aquí vine a hacer algo más que ver pasar la vida y comencé a creer y experimentar mi fuerza interior.
Desde esa época mi escala de valores empezó a cambiar y no paro de dar las gracias por todas las lecciones que tengo.
Carlos, mi serie favorita es Bosque. Creo en la magia y desde luego hay mucha magia en la belleza de esas imágenes. ¿Cuál es la serie de la que te sientes más orgulloso?
Todas y cada una de las fotografías de arte que hago son instantes únicos que me han dado momentos maravillosos y que para mi tienen mucha más profundidad de lo que se ve a simple vista.
Pero me quedaría con 2 colecciones por la contraposición que tienen:
“TANTRA AZUL” por la complejidad de la obra que al fin se realizo en más o menos un año de trabajo y, “SE REPITE”, por todo lo contrario, porque las cosas mas sublimes no tienen que ser tan complejas… ya que el universo se encarga de hacer los cálculos para hacerlas fáciles para nosotros. Creo que “SE REPITE” es la colección más arriesgada, quizá la más difícil de llegar al público en general.
Y por último Carlos, cuéntanos en qué proyectos estás trabajando actualmente y cuándo estará listo.
Estoy organizando mis ideas porque en Navidades del 2011 expondré en una colectiva en Sabadell en el “Taller d’Artista”.
Y en febrero 2012 en Nueva York, participaré en la exhibición titulada “Collectors’Choice” organizada por Amsterdam Whitney Gallery que me representa allí y también, recientemente, he sido invitado a exponer en el Salón de Arte de Francia de 2012.
No llevo un esquema de trabajo lineal, por eso tengo colecciones que aunque he marcado el número de piezas, todavía no están terminadas, será porque me gustan los retos. Hay algunas colecciones en las que considero que aún puedo añadir nuevas imágenes que mejoren la experiencia antes de dar por concluida la serie, por eso estoy trabajando paralelamente en varias, por ejemplo hay una que todavía no ha visto la luz y trata del ambiente que se forma en los museos de arte que siempre me han cautivado, en donde el espectador cobra protagonismo con la obra y se forma una atmósfera muy especial que quiero retratar y realmente no sé cuándo estará lista, porque pienso que la magia no se puede forzar, la gracia se encuentra cuando menos lo esperas.
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La obra de Carlos Bernal nos transporta a un mundo mágico, lleno de bosques encantados y luces sinuosas donde el Destino nos habla con un lenguaje único y muy especial. Su fotografía nos muestra no sólo una técnica depurada a lo largo de años de estudio y experiencia sino también una mirada clara, limpia y sabia, capaz de encontrar la belleza en los lugares más insospechados y de reflejar la belleza de las almas de sus modelos. Por eso conocerle a él y a su obra ha sido todo un privilegio.
Muchas gracias, Carlos, por haber compartido un poco de tu trabajo y de tu historia con nosotros, desde aquí te deseamos toda la suerte del mundo en tus nuevos proyectos y que tu intuición siga guiando tu trabajo con tanto acierto.
N. Para disfrutar de la obra de Carlos podéis acceder a su web y, a partir de febrero de 2012 en la galería que representa su obra en Nueva York, Amsterdan Whitney, que ha realizado una excelente crítica de su trabajo.
Ana Trigo : Arte escondido